La leche materna o la leche de fórmula es el único alimento que debe de comer tu hijo al menos durante los primeros 6 meses de vida. Y la leche materna siempre será la prioridad.
El bebé podrá alimentarse desde los primeros minutos de vida. Intentaremos hacer contacto piel con piel y succión desde el nacimiento del bebé en la sala de labor o quirófano, esto si las condiciones del bebé, la mamá y el ambiente lo permiten.
Alimentación a ”libre demanda” con leche materna exclusiva quiere decir que puede alimentarse cuantas veces quiera durante el día y la noche. Y debemos cuidar que no pasen más de 3-4 horas entre las comidas al menos durante los primeros días de vida. Esto empezará en el hospital cuando se quede en alojamiento conjunto.
Pondremos especial atención a los signos tempranos de hambre. Buscaremos el momento en el hospital para tener una charla sobre lactancia.
Recuerda que es esperado que todos los niños pierdan peso en los primeros días de vida, para eso se estará pesando día a día para determinar que todo está en orden.
Solo deberás suspender la lactancia materna cuando lo indique el médico y siempre existirá una justificación para esto.
Recuerda que los sustos ni los corajes que a ti te suceden alteran las propiedades de la leche.
Si vas a tomar algún medicamento consulta con tu ginecólogo o pediatra sobre la posibilidad de seguir lactando.
En caso de que tengas que dejar de amamantar, el único alimento que está permitido es la leche de fórmula que te recomiende tu pediatra.
Por ningún motivo le des de tés, atole, agua con azúcar o con miel. Puedes poner en peligro su vida.